Buenos días queridos hermanos y amigos.
La situación del Coronavirus está ocasionando mucho estrés, ansiedad y temor en las personas. La mejor actitud para enfrentar esta situación es evitar las situaciones externas afecten nuestra paz interior, especialmente, si están fuera de nuestro control. Tal vez, te sientas angustiado por esta pandemia, la inseguridad económica o por el aislamiento.

Recordemos que Dios es nuestro consuelo y todos necesitamos de él.

¿A dónde vamos en busca de consuelo? La respuesta se encuentra en el libro de Isaías capítulo 49, versículo 13. Nos dice: Debemos gritar de alegría porque el Señor consuela a su pueblo y tiene compasión de sus pobres».Está promesa es para ti ,vuélvete (con sílaba en la e de la sílaba vi en, no me lo marca en el celular)a Él y derrama tu dolor en oración. Siempre Dios está ahí para ti.

Gracias a la tecnología hoy estamos más conectados que nunca. Podemos usar aplicaciones como Zoom, lives de Facebook o instagram o video llamadas por WhatsApp para mantenernos en contacto. Les exhortó a que utilicemos estos recursos para dedicar un tiempo de oración en familia, con amigos, vecinos, conocidos y con cualquier persona. Juntos podemos estudiar la biblia, adorar a nuestro Padre Celestial y hacer oración en familia.

Les invitamos a enviar mensajes de exhortación a tus hermanos con mensajes positivos y la palabra de Dios.

La promesa de Dios para ti es darnos consuelo.

Como dice Santiago 1:2-4 está escrito que debemos: “…tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

Que tal si enfocáramos nuestra energía en agradecer por las cosas que ya tienes en tu vida y por las pruebas. Y así dejar de poner tanta atención en las cosas que aun no han llegado. Creo que viviríamos con más paz, armonía y abundantes en amor. 💕💕💕Recuerda que donde pones tu enfoque pones tu energía. Que opinan amigos?

Mi oración a Dios
Padre Celestial, las pruebas y penas son una parte normal de la vida. No me gusta esta verdad, pero me recuerda mi necesidad de ti, Dios. Me anima el hecho de que Tú tendrás la última palabra. Te alabo porque eres poderoso y soberano sobre mi vida.

 

Gisela Timmins

Colaboradora Ministerio de comunicación

Related posts

Leave a Comment